SESION 3
Características fundamentales de la democracia
• La democracia es una
forma de gobierno en la que todos los ciudadanos adultos ejercen el poder y la
responsabilidad cívica, ya sea directamente o por medio de representantes
libremente elegidos.
• La democracia se basa
en los principios del gobierno de la mayoría y los derechos individuales. Las
democracias evitan los gobiernos centralizados todopoderosos y los
descentralizan en múltiples niveles de regiones y localidades, sabiendo que
todos los niveles del gobierno deben ser lo más accesibles y dúctiles al pueblo
como sea posible.
• Las democracias
comprenden que una de sus principales funciones es proteger ciertos derechos
humanos básicos, como la libertad de expresión y de religión; el derecho a la
protección de la ley en un plano de igualdad; y la oportunidad de organizarse y
participar plenamente en la vida política, económica y cultural de la sociedad.
• Las democracias
realizan con regularidad elecciones libres y equitativas, abiertas para todos
los ciudadanos en edad de votar.
• Los ciudadanos de una
democracia no sólo tienen derechos, sino también la obligación de participar en
el sistema político y éste, a su vez, protege sus derechos y libertades.
• Las sociedades
democráticas se comprometen a respetar los valores de la tolerancia, la
colaboración y el compromiso. En palabras de Mahatma Gandhi, “La intolerancia
es, en sí misma, una forma de violencia y un obstáculo para el desarrollo de un
espíritu verdaderamente democrático”.
Durante el porfiriato,
se institucionalizó en México un curioso fenómeno político: el de los gobiernos
personalistas de los presidentes en nombre de la constitución, pero al margen
de la misma. El jurista mexicano Emilio Rabasa le llamó "la Constitución y
la dictadura".
El estado mexicano
parecía definitivamente configurado en estos años como un típico estado de
derecho liberal-burgués. Pero había una inmensa distancia entre el formalismo
jurídico que aparecía en la letra de la constitución y la realidad política y
socio-económica del pueblo mexicano. Esta realidad, desbordante en sus
exigencias de justicia social, chocó con el formalismo liberal y rompió sus
moldes en la revolución de 1910. Durante muchos años se dio en México una
sangrienta lucha armada entre diversos grupos que ya no buscaban tanto la forma
de gobierno como dar cauce legal a las aspiraciones de justicia y bienestar
económico de los grandes grupos de obreros y campesinos. Al cabo de seis años
de violentas pugnas, se reunió al fin un congreso constituyente en Querétaro
que, bajo la égida de Venustiano Carranza, promulgó al fin una nueva
Constitución el 5 de febrero de 1917. Esta ley fundamental reconocía, por vez
primera en el mundo, los derechos de los trabajadores como clase social, en sus
artículos 27 y 123.